He recibido la respuesta de otra agencia. Es la siguiente:
Lamentablemente actualmente no podemos asumir más representaciones debido a la gran cantidad de autores que ya estamos representando. Aceptar nuevos escritores no nos permitiría atenderles con la calidad y atención que se merecen.
Lamentablemente actualmente no podemos asumir más representaciones debido a la gran cantidad de autores que ya estamos representando. Aceptar nuevos escritores no nos permitiría atenderles con la calidad y atención que se merecen.
Muchas gracias por pensar en nuestra agencia para su posible representación y desearle muchos éxitos con su obra.
Y en la inopia en la que ando sumido toda la vida me hago preguntas, preguntas raras Pero que esperabais de mi.
La primera de estas preguntas es: Si una empresa encuentra un buen producto ¿Por qué no incluirlo en su catálogo de ventas? No quiero decir que mi electroescrito sea bueno, sencillamente que no lo saben. Pero habrá muchos buenos y sí que perderán oportunidades con esos escritores. Si las empresas me cuesta entenderlas a veces, las agencias de representación empiezan a ser algo oscuro para mí. O al menos con extraños criterios lógicos.
La segunda pregunta: una vez entras en una agencia de representación de estas ¿ya no sales salvo que te cojan robando el papel higiénico? Un poco me dan a entender que ya que los tienen cogidos, van a vivir de sus derechos, sean buenas o malas sus posteriores obras. Al menos viven de las glorias pasadas.
Pero bueno que a estas conclusiones llego yo sin saber cómo ni porque; aunque quizá sea culpa de que no le cojo el punto a la medicación.
Y la tercera pregunta: ¿Vosotros también escucháis voces en vuestra cabeza?
Seguimos a la espera de que alguien de un NO dentro de la lógica.
¿Por qué uso el plural para hablar de mí? Serán las voces